29/7/11

Sobre el título del blog.

"Quien mucho abarca, poco aprieta", dice el refranero español. Y es que no existe un refrán que defina con más exactitud la pereza y el panderetismo de la sociedad española, que tanto borrego suelto está dejando por las calles.

Viene a decirnos algo así como "Quien emprende muchas cosas a un tiempo, generalmente no desempeña ninguna bien" o, si lo miramos de otra forma, "tío, preocúpate de hacer sólo lo justo para salir al paso y no ambiciones hacer más". Y así nos va. Sin preocuparnos por ampliar nuestros conocimientos y habilidades. Intentando hacer lo justo para que tengamos buena estima social, de una sociedad que premia la vagancia y la pereza. 

Leonardo da Vinci, aparte de ser un excelente pintor, también fue un gran inventor, físico, astrólogo ... abarcando multitud de campos, ¿qué hubiera pasado si se hubiera aplicado eso de "quien mucho abarca, poco aprieta"?.

Así que, querido lector, nunca ceses de emprender nuevos retos, intentar adquirir nuevos conocimientos, ambicionar a ser el mejor en varios campos, porque, al fin y al cabo, QUIEN MUCHO ABARCA MUCHO APRIETA.

28/7/11

ADICTO

                                     



  "Deseando pincharme hasta las agujas del reloj"









En esta soledad que me acompaña, únicamente un chute me hace sentir algo más vivo. Me hace imaginar que estoy acompañado, pudiendo establecer debates con seres imaginarios. Así es como yo me socializo. Si ya lo dice el refrán: "pincharse o morir".

27/7/11

SABIDURIA.

¿Quiénes han sido los sabios, aquellos que nos han llevado por caminos ocultos, que nos han abierto nuevos mundos? Han sido, y son, hombres casi siempre sencillos, pero que no rechazan la realidad por adaptarse a los moldes preconcebidos. Galileo aceptó que la piedra que caía del mástil del barco, caía siempre en el mismo sitio, estuviera el barco parado o andando. Newton aceptó la sencilla realidad de que la Luna cae constantemente hacia la Tierra. Maxwell, que la electricidad y magnetismo son la misma cosa. Einstein, lo que cualquiera puede observar, que la luz se propaga en el vacío sin necesidad de medio de propagación.

Ser un sabio no es tan difícil como escalar una pared vertical, pero los seres humanos nos negamos, normalmente, a ver la realidad que tenemos delante de nuestros ojos. Los sabios son, sencillamente, aquellos que lo hacen.