30/5/11

Poesía.

Cuando creé el blog me realicé la firme promesa de no postear ninguna canción. Pues bien, donde dije "digo", digo "Diego". Esta canción lo merece.






PABLO HÁSEL – PERDÓN, ME EQUIVOQUÉ DE PLANETA

Las noches me confirman que la Luna quiere mi firma
sin que lea la letra pequeña.
Pero mi letra grande impide que me mande
donde ni su puta estrella sueña.
Formando barricadas con los gusanos de mi cadáver
como desnudo abrazado a un árbol
cuando una tormenta eléctrica va a caer.

Yo me manoseaba en el trabajo pa´que pasara el tiempo
y ahora el tiempo me pasa las manos por los huevos.
Si volviera a perderme, por favor, no me condenes
mi autocastigo es suficiente, vete mañana si quieres,
pero yo te amaré siempre aunque hable mi corazón,
si sin aviso y a traición algo falla en mi mente.
Y antes de morir, pensar una vez más en ti.
¿Por qué desaprovechaste el poder de hacerme feliz?
Escucho a Nick Drake mientras me doy un baño
pensando que yo a este paso no llegaré a los malditos 27 años.
Me quedan 6 aunque en el calendario ponga 666.
A mí no me da de comer que me escuchéis.
Ayer me lloraste comentando ideas de suicidio,
hoy no siquiera me llamas para decirme: “¿qué tal amigo?”.
Supe aquel día que la casualidad es la que narra
que fuimos poesía en las estrías de la musa más guarra.
Pesadillas se agarran a mí como yo lo hice a tus bajos
volviendo donde decían “dame la pasta o te rajo”.
Tengo más acción cuando duermo que cuando estoy despierto,
mi perro está enfermo y le digo que el futuro es incierto.
Oferto colonia a la basura, ella me deseará borracha,
mis ganas se marchan y quieren que cante en Pachá.
Salí vomitando del chino y creo que vino ZP a decirme:
No nos importa lo que opines”, mientras Aznar hacía fitness.
Inés quiere que la ame. Se droga mucho. Vive en Chile,
dile que el tiempo es una broma de algún dios que no folla.
Detuvieron a mi inocencia en cualquier botellón en tu casa,
cuando venía la Policía a preguntar “¿qué coño pasa?”.
Escondidos debajo de la cama, ¿qué importaba el mañana?,
hoy la salud me reclama pero esta ciudad es vida insana.
Estoy llorando o mis ángeles tienen goteras.
Yo te daría con mi cola los paisajes que no verás.

El vecino ha muerto a los 107 años, el cabronazo.
Yo viviría 500 en una semana si tuviera tu abrazo.
Invoco a la ilusión de nuestras primeras eses
sabiendo que aún quedan sitios donde esconderse.
¡Cuántos rapean y qué pocos merecen ser escuchados!
A los que ponen voces de afeminados
pa´gustar a cursis,
les obligaría a fumar al día 10 paquetes de Ducados,
pero que les jodan, estoy incendiando psiquiátricos.
Saturo a los latidos consumidos como fósforos.
Le conté mis penas a un folio y conmigo no lloró.
Por eso necesito algo más que papeles
pa´que mi archivo no se incendie, no sé si me entiendes.
Disculpa si estoy cómodo donde pocos quieren estar,
yo soy un tirao, antes muerto que superstar.
No me digas que tus amigas no me soportan
Si fuera el gin y no tuviera conciencia sería la monda.
Pasas, cortas,
ante la raya, nos patrocinaba la Abeja Maya
Y no necesitábamos alcohol cuando la palabra se entalla.
La existencia es un orfanato que nos adopta
pa´luego abandonarnos como la más cruel pasota.
Si ahora me mato es porque temo llegar a viejo.
Hagamos un trato: tú intentas salvarme, yo me dejo.
Hoy tocarte se convierte en quimera
y parece mentira que un día te lamiera entera.
La sobredosis de melancolía me lleva a un plano mental
donde diría “mátame si no me quieres besar” …
aunque de hecho ya lo haces.
Lo siento si en mi pecho no laten fiestas de disfraces.
¡Cuánto me duele que no valores lo suficiente
lo que te dí, lo que te daría y lo que tu alma siente!
Sequé mis lágrimas, no me acercarán a ti,
pero mis ojos están cansados de ver a tantos partir.
Esta ansiedad destroza mucho más que uñas.
Sabes que a mi lado te sentías llena, no huyas.
Sólo trato de sentir cada latido como un infarto
y que cuando me vaya mi playa no sea asfalto.
A veces me hundí queriendo por miedo a volar alto.
Ellos miran con hormigas, yo con la cigarra canto.
De narrar tanto me olvidé de escribir mi camino
sin saber que sabría en este corazón partido.
Sólo me empeño en volver a tener un sueño,
ya que a medida que crecía éstos se hacían pequeños.
Adicto a la pendiente que de repente descubre tu espalda,
ordenando mi mente en esta habitación desordenada,
donde me comen las paredes y luego me vomitan,
para dejar que pruebes mi ambrosía recóndita.
Y aunque apuesten que se arruinará mi alma,
ésta se siente rica lejos de su pobreza millonaria.

Busco encontrar el bosque tras pelear con el arbusto,
aunque confieso que al fracaso se le coge el gusto.
Con mi alma rota hago sentir a otros vivos
y eso me choca,
por mi boca huyen los latidos.
Y esta noche huyeron aquí.


3 comentarios:

  1. dioooooos , lo mejor (8

    ResponderEliminar
  2. Desde que escuche este tema...simplemente algo hizo dentro de mi,algo inexplicable,grandisimo Pablo.

    ResponderEliminar